La primera reacción de todos lo que se acercan por primera vez al tarot es asociar al arcano 13 con la muerte física. Esto no es así. Lo que esta carta trae consigo son transformaciones muy profundas.
Cuando aparece en una tirada habla de un proceso muy frecuente: llegar al fondo de uno mismo, a la depresión más extrema, para luego distinguir una pequeña luz y comenzar una nueva etapa con toda la energía renovada. En un plano simbólico, puede decirse que este arcano se relaciona con los tres niveles del mundo del ocultismo: infierno, mundo terrenal y mundo celestial.
El primero de ellos se dirige hacia abajo infinitamente; el segundo, se extiende en todas las direcciones de manera horizontal y el tercero, se dirige hacia lo alto, hacia el espacio infinito.
Más allá del simbolismo que acabamos de exponer, esta figura pertenece al plano del espíritu y se relaciona con la verdad, la verdad última e innegable, siendo también el símbolo de la desolación y la destrucción, después de la cual renace la vida.
De acuerdo con su posición, este arcano puede estar augurando mala suerte, necesidad imperiosa de cambiar, búsqueda de nuevas experiencias (todo esto si se presenta en posición normal) o imposibilidad de salir de un estado de ánimo negativo, problemas de salud o convivencia (en posición invertida).
Amor: El consultante pasará por un momento de crisis con su pareja, pero no habrá una separación definitiva. Tendrán largas charlas, plagadas de críticas y ofensas. Esto es necesario para que luego puedan iniciar una nueva forma de relación, más comprometida y sincera.
Dinero y trabajo: Tal vez quien consulta pase por un período de malestar económico o de conflictos laborales. Todavía faltan más pruebas por enfrentar, así que es mejor no desesperarse.
Relaciones personales: El consultante tendrá la necesidad de discutir con sus amigos, tal vez se sentirá incomprendido o un poco paranoico. Puede tener la sensación de que la gente de su entorno lo traiciona, aunque esto no sea cierto. Con el tiempo, las cosas volverán a la normalidad.
Cuando aparece invertida, la carta representa mucho miedo a crecer y a enfrentarse con el interior de sí mismo. Nada termina de resolverse, por miedo a las depresiones y a las crisis. Pero, a la larga, estos procesos son inevitables.