Existe una sustancial similitud entre todos los oráculos conocidos, debido a que todos se basan en la interpretación de fuerzas arquetípicas inmanentes, presentes en todos los procesos naturales, lo único que cambia es la forma de acceder a estas manifestaciones y de establecer las conexiones analógicas
Tanto la astrología como el tarot hacen referencia a las pulsiones inconscientes que prefiguran los comportamientos y situaciones particulares de cada momento del consultante, la astrología lo hace a partir del movimiento de los astros y su interpretación, el tarot lo hace a partir de la elección inconsciente de las cartas que representaran la configuración particular de ese momento, pero ambos apuntan a lo mismo, a revelar los motivos sutiles que articulan la particularidad del presente y las facilidades o dificultades con que se gestiona la evolución
La Astrología y el Tarot se fundamentan en imágenes y símbolos abiertos, necesitan de destreza, sensibilidad y responsabilidad del intérprete para reconocer situaciones favorables y desafíos. La ventaja relativa del Tarot, es su conexión inmediata con la respuesta. La imaginación del cliente, o sea la conexión con su alma deben formar parte indisoluble de la interpretación El astrólogo en cambio debe enfrentar la ambigüedad en la conexión de los diferentes símbolos y su significado, una de las particularidades de la simbología arquetípica, es que manifiesta condiciones aparentemente inconexas y disimiles, la intuición e inspiración y el conocimiento profundo de el espectro astral, juegan un papel determinante en el acoplamiento de símbolo y la particularidad del consultante